Soy un veterano del ejército y he trabajado en alta tecnología desde que me gradué de la universidad. Crecí en el distrito Richmond de San Francisco, por lo que tenía toda la ciudad de San Francisco a mi disposición. Dependiendo de con qué amigos quería pasar el rato, qué tipo de comida quería, a qué escuela iba o dónde jugaban mis equipos deportivos, significaba que recorrer toda la ciudad era prácticamente una actividad diaria. Esto me dio la oportunidad de participar y ser parte de la vida de muchas personas diferentes, así como de aprender y ser parte de su herencia y tradiciones. ¡Ciertamente fue una experiencia divertida e increíble que no muchos pueden duplicar hoy en día!   

Al tener ascendencia filipina y alemana, además de ser la primera generación nacida en los Estados Unidos, el impulso y el espíritu emprendedor que me rodeaban durante mi infancia surgieron cuando conseguí mi primer trabajo de reparto de periódicos por la tarde. Entregar periódicos después de la escuela y los fines de semana, así como cobrarles a mis clientes todo el dinero por sus periódicos, me enseñó que trabajar duro e inteligentemente, junto con brindarles el mejor servicio a mis clientes, era la clave para construir una base de clientes sólida y leal.

El café es muy importante en la cultura y la sociedad filipina y alemana. En Filipinas, el café es una bebida básica que se consume durante todo el día, desde las primeras horas de la mañana hasta las visitas y conversaciones de la noche después de la cena. También es una forma de hospitalidad y conexión social. El café fue introducido por primera vez en Filipinas alrededor de 1740 por un monje franciscano español que plantó el primer árbol en Lipa, Batangas. De manera similar, en Alemania El café es una bebida básica que se bebe durante todo el día. Una tradición alemana popular es “Kaffee und Kuchen” (café y pastel), un ritual vespertino en el que la familia, los amigos y los compañeros de trabajo se reúnen para disfrutar de un café y un pastel en un ambiente social cálido. El café llegó a Alemania alrededor de 1670 de la mano de un holandés del norte de Alemania y poco después empezaron a aparecer cafeterías en las ciudades de Bremen y Hamburgo. Durante mi infancia, estas tradiciones se mantuvieron durante toda mi infancia y ahora sigo manteniendo estas mismas tradiciones y prácticas culturales con mi familia.

En Sacred Dancer Coffee te invitamos a compartir y disfrutar de nuestro tradicional amor por el café con tu familia y amigos. ¡Esperamos que te conectes y disfrutes de la misma conexión con la experiencia del café “De la Tierra” que tenemos con nuestra familia y amigos!

¡Saludos! ¡Gracias!   

-Rich Fernandez, Cofundador